Por: Alba.
En los dos últimos sexenios y en el año de este gobierno se han caracterizado por la creciente incidencia delictiva, cultivo y producción de drogas ilícitas, flujos del tráfico, consumo de drogas, existencia de carteles de la droga y relaciones con el gobierno que ha dejado a su paso uno de los principales problemas en México, conocido como narcotráfico y, como resultado cada conflicto tiene consecuencias momentáneas y futuras.
El suceso con mayor impacto en cuanto a la corrupción fue en el sexenio de Felipe Calderón al haber recibido millones de dólares del cártel de Sinaloa para dejarlos operar, con esas acciones el mandatario del Partido Acción Nacional (PAN) desató la guerra contra el narcotráfico.
Uno de los escándalos fue el de Gerardo García Luna; ex secretario de Seguridad Pública donde tuvo nexos con el cártel de Sinaloa, principalmente para traficar cocaína de México a Estados Unidos, según el juicio contra Joaquín “El Chapo” y el testimonio de Roberta Jacobson; ex embajadora de Estados Unidos en México
Al inicio de la campaña presidencial del candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto aceptó 1,800 millones de dólares por parte del cártel de Sinaloa, según el abogado de “El Chapo” en México; José Luis González Meza.
No obstante, el actual mandatario de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) estuvo involucrado en los vínculos con el narcotráfico antes de llegar a la presidencia, cuando Jesús “El Rey” Zambada declaró que en 2005, Ismael Zambada “El Mayo” pagó “pocos millones de dólares” al asesor de AMLO, que en ese momento era Jefe de gobierno de la Ciudad de México. Estos son algunos ejemplos de los nexos con la delincuencia organizada.
Como es de esperarse las malas decisiones tomadas durante los gobiernos pasados han dejado en situaciones difíciles a los gobiernos actuales y seguramente a los futuros.
Las relaciones entre el Estado y grupos criminales no solamente se dan por sobornos, además para dejarlos operar, traficar droga a Estados Unidos, el pago a cientos de militares para transportar droga por las fronteras, financiar las campañas presidenciales, las juntas de los presidentes con personas relacionadas al narcotráfico a cambio de protección y dejar en libertad a los criminales para no generar más violencia, según el gobierno.
Cumplido un año del mandato de AMLO, el ex presidente Felipe Calderón le envió una carta donde le pide a López Obrador asegurarse de que no exista en su gobierno acuerdo con ninguna organización delictiva, asimismo de que es importante investigar si hay penetración criminal y hasta qué grado ha llegado.
Es absurdo, Calderón tuvo seis años para disminuir la inseguridad y el crimen organizado, ahora da “recomendaciones” a su sucesor de mantenerse al tanto de que su gabinete no tenga nexos con la delincuencia y estar al pendiente de los procesos de control de confianza de la Guardia Nacional (GN), de la Fiscalía General de la República (FGR) y del Órgano de Inteligencia del Estado mexicano (Cisen).
Aunque estos consejos sirvieran de algo, serian inútiles ya que la actual administración se encuentra vinculada con los grupos delictivos se habla de que son diez grupos del crimen organizado, dos con presencia nacional y ocho de carácter regional.
En el primer año del sexenio de AMLO, hubo 37 mil 500 homicidios dolosos, según la información del Informe de Incidencia Delictiva Fuero Común con corte al 31 de marzo de 2020.
De seguir con estas cifras, este sexenio se convertirá en uno de los más violentos de la historia del país. Comparado con la administración de Enrique Peña Nieto, al finalizar su gobierno se registraron 150 mil 992 ejecuciones, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Estas cifras proyectan que habrá un mayor número de víctimas en este mandato comparado con el anterior.
Estrategias existen, una de ellas ya es vigente, la incorporación de elementos federales a la Guardia Nacional para reforzar la seguridad y salvaguardar el bienestar de los ciudadanos mexicanos.
Esperando que este plan sea adecuado y la violencia disminuya como en los anteriores sexenios con una iniciativa parecida que trajo consigo el anexo de grupos ex militares a las líneas del narcotráfico.