El crecimiento de la hierba llamada violencia
Por:Jesús Eduardo Carachure Pérez
En México y en el mundo enfrentamos un problema llamado violencia que, como la hierba, crece cuanto es posible. Es una maleza muy difícil de desterrar en nuestro país, pero si normalizamos todo y decimos frente a los medios que nuestras cifras indican que ha habido una reducción cuando la realidad muestra lo contrario, entonces, ¿Con qué personas contamos para ayudarnos a podar todo esto?
Es muy difícil poder contar con el apoyo del gobierno, ya que, en lugar de querer podar un poco la situación, están dando abono poco a poco para que la hierba siga creciendo y que de manera tranquila y con ayuda de algunos medios de comunicación se haga ver que la situación mejora y que el gobierno muestra interés por el pueblo bueno y sabio.
El tipo de violencia que más ha crecido en México es la de género, haciendo referencia a los feminicidios. Y, ¿Ha mostrado interés el gobierno por esta situación? Para nada. Ahora solo se enfoca en la pandemia que estamos teniendo, en reactivar la economía; y en asuntos de violencia es muy poca o nula información que da en sus conferencias.
De acuerdo con la Red Nacional de Refugios en México, las llamadas y los mensajes de ayuda contra diversos tipos de violencia de género aumentaron más del 80% en el primer mes de confinamiento por el COVID-19. Con esto vemos que la hierba sigue creciendo, cuando no se contempló que el mantenernos encerrados en nuestra casa podría generar más abono para la hierba.
El gobierno se topó con la sorpresa de que la hierba no solo crece si estamos en la calle, sino que el hogar es un campo muy importante en el cual pueden brotar semillas que pueden empezar la propagación de esta maleza. El pensar que nuestra casa es un espacio sano y seguro puede llegar a ser todo lo contrario, es decir, ser una prisión y un laboratorio de tortura, en el cual se puede sufrir maltrato físico, emocional, psicológico, sexual, etc.
Un claro ejemplo de la normalización de la violencia se ha visto en las “mañaneras”, en la cual una mujer periodista denunció agresión de un periodista (hombre) frente a López Obrador y este la ignoró y decidió cambiar de tema como si se tratara de un juego. Y cómo olvidar cuando la periodista Frida Guerrera enfrentó al presidente y le cuestionó sobre los feminicidios y AMLO respondió enfadado y molesto y sin dar una solución concreta a este cuestionamiento.
Entonces, si no contamos con el apoyo del gobierno y de las demás autoridades, ¿Qué podemos hacer? Lo único que nos queda es, por cuenta propia, ofrecernos a podar esta maleza desde nuestro hogar, fomentando la educación y valores y evitar utilizar prejuicios machistas o adjetivos peyorativos hacia los demás y, si es necesario, acudir a atención psicológica que ayude a restar el problema y ser más conscientes de nuestros actos, de modo que no permitamos que la hierba siga creciendo.