YA VEREMOS DIJO UN CIEGO

YA VEREMOS DIJO UN CIEGO

Por: David Alejandro Rodríguez Ramírez

El próximo pronunciamiento de presidente de la república, respecto a las medidas consideradas como pertinentes frente a la crisis financiera y la polémica generada en el sector empresarial y para con los trabajadores, mantiene la expectación de aquellos que aún comparan el escenario mexicano con el de otros países que la están pasando (por mucho) más mal, tal es el caso de Estados Unidos, que en los últimos días se las ha visto color de hormiga por la inmensa cantidad record de desempleo provocada por la amenaza que ha resultado ser el COVID-19.

Nuestro vecino del norte está pasándola mal, unos 10 millones de desempleos se han presentado en las últimas dos semanas. Además de su empleo, gran porcentaje de trabajadores se han despedido de su seguro médico, lo cual les deja al descubierto frente a las adversidades del próximas. En México, las pérdidas aún no se han visto de tal magnitud, pero de cualquier manera, los empresarios visualizan con temor el porvenir, de ahí viene el hecho de que algunas de sus exigencias puedan parecer hasta cierto punto irrealizables, tal es el caso de un apoyo fiscal que implica la condonación de impuestos, petición que fue rotundamente negada, y el argumento para la negativa es una razón sencilla; de esos impuestos sale para gran parte de los apoyos y programas de gobierno, mismos que  van a continuar sin modificación alguna, aún en el tiempo de crisis. 

Los empleados tienen que irse a sus casas con la seguridad de que se les seguirá pagando, y que por lo tanto no se les despedirá, “así es como debe de ser” dice el mandatario. El llamado a la solidaridad por parte de las autoridades, penetra cada vez más en la sociedad, entendiendo que claramente se respalda a los trabajadores por ser un caso extraordinario.

Hasta el momento, en México se han vislumbrado perdidas a causa del cierre de negocios, lo cual representa 243 mil millones de pesos según la Concanaco, para lo cual el plan para enfrentarlo incluye dar créditos por 63 mil millones de pesos (0.2% del PIB del año 2021), cantidad que pareciera representar una minucia con respecto a los 849 mil millones de dólares (4% del PIB de este país) que Estados Unidos está destinando para defender el empleo. Pero hay que tener en cuenta que la diferencia en las consecuencias que hasta el momento se han presentado en ambos países es abismal.

En la reunión del primer día del mes de abril, del presidente de la república con los representantes de la Asociación de Bancos de México (ABM), del Consejo Mexicano de Negocios (CMN), así como del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), se acordó trabajo en conjunto. Estarán reuniéndose de manera permanente y por el momento se planteó un panorama del programa de reactivación económica, para lo que se consideran apoyos para la liquidez de las empresas del sector infraestructura, así como la reestructuración de créditos, recalendarización de pagos, la aplicación de nuevos plazos entre otras medidas. Por el momento se asegura que se garantizará el pago a los trabajadores durante el mes de abril. Estamos por ver qué tanto de cierto hay esto en los próximos días.

Se visualiza que la tensión aumentará en las semanas próximas y la forma de resolver por parte del gobierno federal una vez más se pondrá a prueba al igual que “la imagen” del mandatario y de todo el equipo que se encuentra en el manejo de la situación. 

Estando a la espera del comunicado oficial que el presidente Andrés Manuel dará el domingo próximo respecto a la forma de actuar, el presidente dijo esta mañana que “A pesar de los pesares, la transformación va, y ya no vamos a regresar a los tiempos aciagos de la corrupción y la impunidad”. Insistiendo en todo momento que la forma de proceder ante la crisis, está dando resultados. Claramente hay altibajos durante el transcurso, pero ya veremos dijo un ciego.




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